sábado, 7 de junio de 2008

La dura vida del jugador de Blood Bowl

Hola. Mi nombre es Sven. La gente solía llamarme "el rápido" hace no mucho tiempo. Hasta aquel día. Aquel partido.

No sé porqué, pero no lo ví venir. Juro que miré, pero no lo ví. Y cuando quise darme cuenta era demasiado tarde. El orco negro me golpeó y ya no recuerdo más. Me desperté en la enfermería con una lesión cervical que me tuvo tres semanas en cama. Si hubiera mirado otra vez ahora podría correr como antes. Sólo con mirar otra vez.

Ya nadie volvería a llamarme Sven el Rápido. No después de lo que ocurrió en el siguiente partido que jugué.

Yo siempre juego con el casco puesto. Juro que siempre lo llevo. Pero aquel día me lo olvidé en el burdel en el que había pasado la tarde. No le dí importancia, soy un jugador profesional y tengo la cabeza dura. Hasta que me crucé a aquel króxigor. La verdad, no pensé que fuera a golpearme. Era un partido amistoso y no pensé que fuese a atacarme. Pero lo hizo. Si hubiera llevado el casco sólo habría sido un golpe más. Pero no lo llevaba, y tuve suerte de no morir. Sólo la intervención del médico me salvó.

Ya nunca podré atrapar el balón como hacía antes. La triple fractura de húmero que tuve me impide estirar el brazo.

Habría sido fácil evitarlo. No era la primera vez que me enfrentaba a un troll. Los había esquivado miles de veces. Pero aquel día había salido al campo con prisas y no me abroché el cinturón. Tan sólo me habría llevado unos segundos, pero no me lo abroché. Y en medio del partido los pantalones se me bajaron y tropecé. Desde el suelo no pude esquivar al troll, que saltó repetidas veces sobre mi brazo.

Nada es igual después de un accidente. Especialmente si está involucrada una apisonadora enana.

Aquel día habíamos estado de fiesta antes del partido. El entrenador nos dijo que no bebiesemos, pero yo no le hice caso. Pensé que controlaba y sabía cual era mi límite. Siempre he tenido nervios de acero y un par de copas nunca han matado a nadie. Me equivoqué. Otra vez. Cuando en el campo vi a dos apisonadoras venir hacia mi no supe como esquivarlas y me lancé hacia el medio. Cuando desperté, en la enfermería me explicaron que sólo había una apisonadora.

Como podéis ver, ahora voy en silla de ruedas y ya no puedo jugar al Blood Bowl. He intentado entrar en el equipo paralímpico, pero con las manos trituradas no puedo ni mover las ruedas de la silla y no me han aceptado.

Pero no sufráis por mí. Por suerte esto es sólo un anuncio, y yo un actor. Aunque no os confiéis, el verdadero Sven está siendo machacado en un partido contra los Quebrantahuesos y si sobrevive os podrá asegurar que todo lo que he dicho es cierto.


PRECAUCIÓN, AMIGO DEL BLOOD BOWL

y recuerda:

SI BEBES, NO JUEGUES CON EL BALÓN DE PINCHOS
(usa la motosierra)

9 cosas (no) relacionadas:

Ki dijo...

pobre sven...

Nimendil dijo...

Ya te digo...

Dinorider d'Andoandor dijo...

pero si estás ebrio con al motosierra no puedes acabar peor??

Khazum dijo...

Sven, 'El cojo'. Oh quizá Sven 'brazopocho' de Litia?
Juas juas juas

Anandromeda dijo...

Jajajajaa buen relato xDD

Prefiero al bombardero que la apisonadora... tiene emoción que puedan interceptar la bomba y devolvértela...

Nimendil dijo...

¿Para que elegir entre uno y otro? Apisonadora, motosierra y bombas. Y que alguien se atreva a plantarte cara.

Por cierto, estoy preparandome un equipo enano que cumple esas características...

Dino, puedes acabar mal con la motosierra, pero si por el camino te llevas a varios jugadores por delante, tu jugada se puede considerar un éxito.

Dinorider d'Andoandor dijo...

ah bueeeeeeeno

Ki dijo...

cabron.. mira que matarme con el balon de pinxos...

Khazum dijo...

Jeje. Que grande es el BB

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