lunes, 5 de octubre de 2009

Malditos Bastardos (2009)


Hace unas semanas se estrenó la esperada Inglorious Basterds, la última película de Tarantino. Como saben, Sima de Rol es un blog de rigurosa actualidad. Salvo excepciones. Esta es una de ellas: una película de Tarantino no es una película cualquiera, y para realizar su crítica se requieren tiempo y meditación. Espero que les guste el resultado. Dentro texto:

Malditos bastardos es una película de autor. Por supuesto sin que esto implique que sea una gafapastada o una película sin argumento de los años 60. Es una cinta de autor porque el sello de su artífice se plasma en las escenas sin importar si pega o no pega. Por ejemplo esos carteles indicadores escritos a mano que nos indican el nombre de ciertos personajes históricos. No son constantes. Simplemente en esa escena parece que hacen falta y se ponen. O cuando se nos presenta al Sargento Stiglitz, a modo de introducción de una serie ochentera. Tampoco es constante, tampoco presenta así a todos los personajes; sin duda Stiglitz merecía una presentación personalizada. Detalles caprichosos que Tarantino quería meter en su película sí o sí, y que confieren a esta una toque artístico y genial.

La cinta, entretenida en su conjunto, nos ofrece algunas muy buenas escenas. Destacan entre ellas la del “Apple Strüdel”, la del café en el sótano de “La Lousiane” y en general las que suceden dentro del cine. Con una maestría propia de los mejores autores de cine clásico americano, Tarantino consigue alargar las secuencias hasta el punto de hacer al espectador estremecerse en la butaca. El juego temporal es constante a lo largo de la cinta. Con recursos como la cámara lenta o los extensos silencios por un lado, y la cámara rápida por otro, consigue la tensión adecuada para cada escena.

Técnicamente, la cinta cuenta con un amplio repertorio de planos, angulaciones y movimientos de cámara. La amplitud de cámara es también importante ya que logra unos magníficos planos panorámicos como el que encuadra la cueva (donde se esconde “el oso judío”), el puente donde están apostados los soldados, el bajo-puente, el bosque; en la que es sin duda una de las escenas técnicamente mejor conseguidas del filme.
Los movimientos de cámara son creativos y cobran bastante protagonismo en la película: no se subordinan a la acción, sino que forman parte de ella. Encontramos planos originales (como aquel cenital que nos muestra las habitaciones sin techo con los tabiques abiertos), travellings largos y elaborados, primeros planos que se mantienen fijos unos instantes para transmitir la esencia de los personajes que enmarcan...

En cuanto al reparto, se sustenta principalmente en la figura de Christoph Waltz, que interpreta con realismo y elegancia al Coronel Hans Landa. En torno a él gira toda la cinta y es uno de los personajes más dibujados, que evoluciona a lo largo del metraje, manteniendo siempre presente su perspicacia y la controversia entre los sentimientos de lealtad y ambición.

La interpretación de Brad Pitt (del que alabamos su actuación en la última cinta de los Coen) deja bastante que desear. Si bien es cierto que su papel de reclamo comercial condiciona nuestra percepción a priori, su actuación no logra cambiar la idea de que su presencia (de no más de 30 minutos) en la película supone más bien una cara guapa que mostrar en las alfombras rojas de los festivales. Sin embargo, podemos romper una lanza en su favor (remontándonos a una trayectoria que nos deja interpretaciones memorables que van desde el jovencito de Thelma y Louise, al alter-ego maligno de Edward Norton en El Club de la Lucha o el ya mencionado entrenador de gimnasio en Quemar después de leer) y afirmar que no queda claro si es él el que no da la talla, o por el contrario lo es su personaje. La mandíbula forzada y la extraña modulación vocal no dejan mucho lugar para proezas interpretativas, pero quizá el papel le hubiera convenido más a un actor desagradable y no a uno atractivo tratando de parecerlo.

El resto del curioso reparto se compone principalmente de actores alemanes (Michael Fassbender) y amigos de Tarantino (Eli Roth), que se mantienen en sus papeles, sin llamar mucho la atención, a excepción del ya mencionado Sargento Stiglitz y sus agudezas verbales.
La presencia femenina resulta bastante sosa, más por Diane Kruger que por Mélanie Laurent, pero en general encarnan unos papeles planos y predecibles, sin mucha garra. Esta última sin embargo interpreta unas de las escenas más brillantes de la cinta; las que muestran los preparativos del estreno de la película “El orgullo de la Nación”. Esta película es en realidad un corto de siete minutos rodado por Eli Roth e interpretado por Daniel Brühl, y que se rumorea aparecerá en los extras del DVD, Blu-ray o lo que sea.

Otro punto a destacar son los diálogos. De esos que se recordarán, de esos que formarán parte de los libros de frases célebres del celuloide. Conversaciones a veces eternas, como la de Hans Landa y Lapadite, o escuetas como la mayoría de las mantenidas por el personaje de Brad Pitt.

En definitiva, el ritmo es bueno y la historia entretenida. La realización muy conseguida y el guión muy al estilo Tarantino. Y excepto las pequeñas críticas reseñadas, el resultado es una buena película, que auna lo bueno del cine negro clásico y la originalidad de una creación personal de un director que va dejando ya tras de sí un buen repertorio.

Como suele ocurrir en estos casos, el esperado estreno ha ido acompañado de una campaña de promoción, de la que a España han llegado pequeños retazos, y que ha dejado tras de sí una original página web, diseñada al estilo de un videojuego. No se la pierdan (tampoco).

4 cosas (no) relacionadas:

Guybrush dijo...

Peliculón.

Von Hammersmark es una buena Matahari, no sabes si es "buena" o "mala" hasta el final, y Shosanna Dreyfus es una bastarda con todas las de la ley. Y aunque le falten un par de kilos es muy mona.

El oso judío es un enchufao pero al menos no la caga, Stiglitz se merece TODOS los halagos y Aldo Raine lleva un bigotón y pronuncia "Margheriti" de tal forma que se le perdona todo.

Peliculón, señores.

Guybrush dijo...

Y no me quiero ir sin decir "Apfelstrudel", que se note que sé idiomas.

Khazum dijo...

Muy buena la crónica y estupenda la película. Vuelve el tarantino con trama de Pulp Fiction. !Ese que tanto nos gusta¡

¿Y la banda sonora? De nuevo Tarantino pendiente de cuidar todos los detalles.

Y aunque la película puede tener algún que otro fallo, se le perdona por las numerosas genialidades que se incluyen.

Auf Wiedersehen¡

Nimendil dijo...

Genial. Una peli que contenga la frase "diga ofbidersen a sus huevos nazis" nunca podría ser calificada de otro modo.

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Comentad, comentad. Cuanto más comentéis, antes volverá Cthulhu desde su encierro abisal en R'Lyeh.